Puestos a analizar el artículo de
César Molinas, Una teoría de la clase política española lo haré de un modo más
social que objetivo, al menos en ciertos puntos.
Hay varias organizaciones que protegen
a la mujer, a los niños, a las personas con algún problema físico
o psicológico, a los animales, al medio ambiente... Pero, ¿y quién
protege a la sociedad?
César Molinas establece una teoría
sobre la clase política española, por lo que suponemos que los
ciudadanos de “ a pie” estamos enmarcados en otra clase: la
clase que al parecer siempre es el centro pero nunca el objetivo. Sin
embargo, antes de embarcarme en la nave de las opiniones y
reflexiones propias, voy a centrarme un instante en las preguntas
lanzadas al aire de Molinas.
- Llevamos 5 años en crisis, y nadie sabe aún lo que pasa verdaderamente.
En el año 2007 algunos expertos en
economía hicieron ciertos predicciones sobre el comiezo de una
posible “crisis”. Actualmente, un número indeterminado de
profesionales en la crisis dicen que tardaremos mucho más tiempo en
salir.
Mi razonamiento más próximo a la
“realidad” es el siguiente: estamos en crisis desde hace tiempo,
pero al parecer, no queremos salir de ella. ¿Por qué? Porque no
sabemos realmente cómo queremos salir de la misma.
- ¿Por qué los políticos no tienen soluciones para la crisis?
Básicamente, porque nosotros los
ciudadanos, no sabemos decidir con argumento. Que si el PSOE nos
llevó a la ruina, que si el PP nos iba a salvar y ahora estamos
peor... Y en las próximas elecciones, ¿qué?
- Votaremos al PSOE. Pero los que lo hagan, ¿lo harán por ideales propios, por resignación o por venganza en cuanto al PP?
- Votaremos al PP. Pero los que lo hagan, ¿lo harán porque todavía confían en sus futuras decisiones y/o acciones, porque el PSOE no les es grato o porque no creen en los partidos minoritarios?
- Votaremos a los partidos minoritarios. Claro, unos lo harán como protesta ante la “falsa democracia” que tan de moda está actualmente, otros por convicción y otros tantos porque no creen en los partidos “mayoritarios”.
- Votaremos en blanco. Fácil decisión cuando las posibles opciones que te presentan no te interesan o irritan.
- No votaremos. ERROR. O tal vez, no.
- Sólo el Rey pide disculpas.
Realmente, hay poca gente que crea que
lo hizo por voluntad propia, pero menos es nada.
No vamos a ver, al menos por ahora,
ninguna rectificación de ningún político porque no les interesa. Y
esto ya lo voy a relacionar con la afirmación de César Molinas:
“Los políticos no quieren el rescate porque les perjudica”.
Claro que les perjudica. Y mucho.
Nadie dijo que gobernar era fácil,
pero una cosa es que sea complicado hacer tu trabajo, y otra muy
diferente es que sea quien sea el que está al mando, no haga lo que
tendría que hacer si verdaderamente tuviera un interés social.
Todos somos egoístas en muchos momentos de nuestra vida, pero se
dice que de los errores se aprende...Se dice, porque a día de hoy en
España, no se ve tal acto. El “capitalismo persoal” de cada uno
nos ciega, y no vemos más allá de nuestros bolsillos y cuentas
corrientes.
LA HISTORIA DE ESPAÑA.
Como se mencionaba en el artículo:
“ Los políticos de la Transición […] no tenían ni espíritu
de gremio ni un interés particular como colectivo. Muchos de ellos
no se veían a sí mismos como políticos profesionales y, de hecho,
muchos no lo fueron nunca. Estos políticos tomaron dos decisiones
trascendentales que dieron forma a la clase política que les
sucedió. La primera fue adoptar un sistema electoral proporcional
corregido, con listas electorales cerradas y bloqueadas. La segunda
[…] fue descentralizar fuertemente el Estado, adoptando la versión
café para todos del Estado de las autonomías”.
La
descentralización del Estado: 17 administraciones y gobiernos. No
hay medios suficientes para seleccionar a las plantillas de personal,
por lo que en casi todos los casos se produce lo que coloquialmente
conocemos como ENCHUFE. Enchufe tanto en oficinas, como en las cajas
de ahorro y empresas filiales (cuyo lema es “más dietas y más
nóminas”) y quizás también en el Parlamento, sobre el que nos
estamos quejando continuamente porque no vemos que pintan cinco
personas para realizar un trabajo que perfectamente puede realizar
una.
Para ir
concluyendo, he de tocar un poco el tema de las burbujas, ya que por
todos nosotros es sabido que los partidos deciden qué se construye y
dónde, y que las inmobiliarias y las cajas de ahorro no tuvieron
ningún problema en inflar las ilusiones, las posibilidades
adquisitivas de la gente.
Sin duda, algo
tiene que cambiar en España.